Aunque nos parezca que la copa menstrual es la alternativa menstrual definitiva y que su creación se remonta a antes de 1.800, lo cierto es que las opciones menstruales durante la antigüedad hans ido muchas y muy variedad, por lo que hoy haremos un repaso a todas ellas.
Si nos trasladamos al antigüo Egipto, las mujeres utilizaban las fibras más flexibles del papiro que era utilizado como una especie de tampón. Milenios más tarde, las griegas utilizaban un trozo de caña en vuelto en lino. Ya en el Imperio Romano se comenzaron a utilizar rollos de lana o hierba.
Lo que serías las primeras compresas caseras eran como un trapo reutilizable que podría parecerse a lo que conocemos en la actualidad como las compresas reutilizables.
Mucho más tarde, en los años 20 surgían unos delantales menstruales que era parecido a un bikini que se ajustaba a la cintura donde se albergaban las toallitas higiénicas del momento mediante ganchos y alfileres. Precisamente cómodo e íntimo no era.
Durante la Segunda Guerra Mundial , las enfermeras empezaron a fabricar sus toallas higiénicas desechables, con gasas y algodón quirúrgico, de ahí se vio su potencial económico y se comenzaron a comercializar las primeras compresas higiénicas como las conocemos hoy en día por parte de una gran multinacional.
Después vendría el tampón con un hilo cosido para poder extraerlo por parte del médico Earle Haas con rayón y algodón idea que surgió a partir de una mujer que cada mes se introducía en la vagija una esponja menstrual para absorber su ciclo, alternativa que también se utiliza hoy en día.
La copa menstrual fue la última en llegar pero ocupando una posición privilegiada por ser capaz de mejorar todas las alterantivas anteriores al ser ecológica, saludable, económica y reutilizable. Cone lla eliminamos cualquier tipo de alergia o infección por lo que es la alternativa más recomedable por médicos y expertos en este momento.
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